Errores frecuentes en la traducción y cómo evitarlos

Errores frecuentes en la traducción y cómo evitarlos

En un mundo cada vez más globalizado, la traducción tiene un rol fundamental en la comunicación entre diferentes culturas e idiomas. Sin embargo, muchas veces podemos cometer errores bastante frecuentes de traducción que pueden llegar a malentendidos. Por eso, es esencial evitarlos si queremos garantizar una comunicación efectiva y precisa.

En este artículo, vamos a ver algunos de los errores frecuentes que nos encontramos en la traducción y algunos trucos para evitarlos.

Algunos errores frecuentes de traducción

1. Traducción literal

Muchas veces, podemos encontrarnos con expresiones que, al traducirlas literalmente, significan casi lo mismo en inglés y en español, como por ejemplo “to win the trust”, es decir, “ganar la confianza”. Sin embargo, casi nunca suele ser tan fácil. Uno de los errores más habituales es traducir palabra por palabra sin comprender el contexto. Esto puede llevar a traducciones sin sentido o incluso malas interpretaciones.

Por lo tanto, es esencial entender la idea completa de cada frase antes de traducirla, junto con las particularidades culturales y lingüísticas del idioma al que se traduce. Por ejemplo, si traducimos la frase en inglés “It’s raining cats and dogs” no tendría sentido si la traducimos al español como “está lloviendo gatos y perros”, en lugar de “llueve a cántaros”.

2. Malentendidos culturales

Los malentendidos culturales pueden surgir cuando el traductor no está familiarizado con las costumbres, las tradiciones o las referencias culturales del idioma de destino. Por lo tanto, es fundamental comprender los matices culturales y el contexto para transmitir el significado que queremos. 

Algunos de los errores culturales más comunes pueden encontrarse en la forma en la que decimos las fechas y los importes o en las expresiones hechas. Por ejemplo, una expresión común en inglés como “break a leg” (buena suerte) puede resultar confusa si se traduce sin entender su significado cultural.

Además, en muchas ocasiones, las palabras pueden tener diferentes connotaciones según la cultura. Por eso, hay que tener mucho cuidado, porque un término que es neutro en un idioma puede ser ofensivo en otro. Para ello, hay que familiarizarse con la cultura del idioma de destino y consultar con personas expertas en el tema, para evitar posibles equivocaciones.

3. Uso de herramientas de traducción automática

Las herramientas de traducción automática pueden ser muy útiles, pero no son precisas. Si dependemos por completo de ellas sin la intervención humana; da lugar a muchos errores. Si queremos usar herramientas automáticas como DeepL, que sea como apoyo a la traducción, pero siempre hay que revisar y editar la traducción resultante

Debemos recordar que estas herramientas no tienen en cuenta ni el contexto ni el tipo de documento que es; tienden a caer en falsos sentidos, omisiones o en errores en cuanto a estructuras gramaticales. Además, crean un texto con un estilo poco natural de redacción.

4. Omisión o adición de información

Otro de los errores más frecuentes es la omisión o la adición involuntaria de información durante la traducción. Cuando se pierde o se añade información importante, esto puede llevar a imprecisiones, malinterpretaciones o falta de detalles

Cuando esto ocurre, la traducción pierde toda su calidad y puede incluso cambiar el significado del mensaje final por completo. Por lo tanto, es esencial asegurarnos de que la traducción refleje el contenido original, sin omitir detalles importantes ni agregar información irrelevante.

5. Errores gramaticales y de puntuación

Los errores gramaticales y de puntuación suelen pasarse por alto fácilmente durante el proceso de traducción. Sin embargo, aunque sean errores simples, pueden afectar a la claridad y a la coherencia del texto y perjudicar la imagen de la marca si no se detectan antes de su publicación.

¿Cómo podemos solucionarlo? A través de la revisión, en busca de estos errores antes de finalizar la traducción. De esta forma, mantenemos una estructura gramatical correcta y una traducción precisa. Al fin y al cabo, una traducción profesional no puede contener ninguna falta así y debe adaptar el sentido original al público meta.

Por ejemplo, un error gramatical podría ser traducir al inglés “tengo 20 años” como “I have 20 years”, en lugar de “I’m 20 years old”.

6. Mala interpretación del contexto

Para terminar, las traducciones resultantes de un traductor automático interpretan de manera incorrecta el contexto. En muchas ocasiones, hay ciertas expresiones del inglés que se traducen mal a causa de los falsos amigos o por una mala interpretación. 

Por ejemplo, un error de un falso amigo podría ser “current”, que significa “actual” cuando es un adjetivo. Sin embargo, cuando es un sustantivo, significa “corriente” o “electricidad”. Por otro lado, una mala interpretación del contexto podría ser la frase “I’m feeling blue today”. “Blue” es el color azul en inglés, pero también puede significar triste, por lo que la traducción “me siento azul hoy” sería resultado de una mala interpretación del contexto. 

Cómo evitar estos errores frecuentes

Para evitar estos errores, es importante seguir algunos consejos prácticos:

  • Investiga y comprende por completo el contenido antes de comenzar la traducción.
  • Echa un vistazo a todos los materiales de referencia que tengas a mano, como una guía de estilo o directrices lingüísticas del campo de estudio.
  • Asegúrate de escribir de forma clara y sin ambigüedades para facilitar una traducción de calidad perfecta.
  • Utiliza expresiones equivalentes en lugar de traducciones literales.
  • Familiarízate con las diferencias culturales y adapta el contenido según sea necesario.
  • Revisa la traducción varias veces en busca de posibles errores, tanto de la traducción como de la maquetación del texto. 
  • Considera trabajar con un segundo experto. Los traductores profesionales y revisores con experiencia pueden detectar cualquier posible error que pueda haber en el contenido.

Conclusión

En resumen, si queremos elaborar una traducción efectiva, debemos evitar esos errores frecuentes que cometemos al traducir. Al comprender y localizar esos errores, podemos seguir buenas prácticas de traducción para evitar malentendidos. De esta manera, aseguramos que nuestro mensaje se transmite de manera clara y precisa para la audiencia a la que nos dirigimos.



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