Transcripción de Audio y Vídeo

La transcripción de audio y video es un proceso que consiste en la escucha de un archivo o grabación para poder escribir el texto con precisión en un formato digital. Esta puede realizarse palabra por palabra, sin omitir nada del discurso, o modificando ciertas partes. El proceso de transcripción puede llegar a ser un proceso largo y tedioso.

En los últimos años se han creado un gran número de programas para poder automatizar este proceso, pero siempre es más seguro contratar a profesionales, ya sean trabajadores autónomos o empresas que ofrezcan servicios de transcripción.

Razonas para necesitar una transcripción de audio y vídeo

Existen diversas razones para necesitar transcripción de archivos de audio o de vídeo, entre ellos encontramos:

  • Archivar u ordenar información para poder analizar documentación de forma más rápida y sencilla.
  • Hacer constar por escrito algo que se ha dicho. Normalmente se suele dar en contextos como juicios, juntas directivas, etc.
  • Realizar la subtitulación de archivos de vídeo, ya sea en el mismo idioma o en otros idiomas.

Materiales que se pueden transcribir

En resumen, pueden transcribirse cualquier tipo de archivo de audio o de vídeo. Algo que es importante señalar, es que la calidad de la transcripción dependerá directamente de la calidad del audio.

De forma habitual, los audios y vídeos que se suelen transcribir son juicios, deposiciones o testimonio que se usan después como pruebas y documentación. Por tanto, suelen tratarse de documentos con temática judicial.

Además de textos necesario para juicios o procesos jurídicos, también son muy comunes las transcripciones de conferencias (ponencias, discursos), de entrevistas, de grupos focales, de clases, conversaciones telefónicas, programas de televisión, etc.

Transcripción de conferencias

Este tipo de transcripción es muy útil y de gran importancia para conservar las memorias del evento y, además, para poder difundirlo por diferentes medios.

Transcripción de grupos focales

Los grupos focales es una técnica de investigación que sirve para recopilar datos a través de la interacción de grupos. Este grupo está formado por personas seleccionadas en base a ciertos criterios como edad, nivel socioeconómico, ubicación, etc. Su objetivo es averiguar cómo piensan y se comportan. Esta investigación es un buen recurso para las empresas y en los negocios para, así, entender mejor a sus consumidores.

En estos grupos focales, se les hacen preguntas a los participantes o se les incita a discutir acerca de sus reacciones ante diferentes conceptos de productos y servicios, o ante campañas publicitarias.

Todo este proceso se graba para poder estudiar los datos más adelante. Por ello, después se suele necesitar la transcripción de estos documentos.

Tiempo necesario para realizar una transcripción

Como ya hemos dicho, el proceso de transcripción es largo y tedioso. Es por ello que se prefiere recurrir a la transcripción automatizada.

Para comprender lo que puede costar hacer una transcripción, debemos saber que un mecanógrafo profesional escribe a una velocidad de setenta palabras por horas aproximadamente. Así, transcribir un archivo de audio o vídeo de una hora le llevará entre cuatro y cinco horas, pero hay que tener muchos otros factores en cuenta como el número de personas que intervienen en el audio, la claridad con la que hablan o con la que se escucha, la velocidad de habla y la cadencia de los interlocutores (acentos, murmullos, etc.). Todos estos factores pueden hacer que el proceso de transcripción sea muy largo.

Transcriptores profesionales

Aunque se suele preferir la automatización del proceso de transcripción, no podemos pedir la misma calidad que ofrecen los transcriptores profesionales.

A diferencia de los programas que se encargan de la transcripción, los transcriptores pueden identificar el tono de los interlocutores, sus intenciones, si hay una interrupción, un tartamudeo, una ironía o una broma. Por ello, se recomienda acudir siempre a un profesional y no fiarse de estos programas o aplicaciones.

Pero, ¿qué cosas debería tener un transcriptor profesional?

En primer lugar, debe tener un gran dominio de la ortografía y de la gramática. Este punto es obvio, pero es uno de los más importantes.

En segundo lugar, debe contar con un buen equipo, es decir, herramientas de trabajo que le faciliten el proceso de transcripción. Este equipo es un ordenador, unos cascos, un software diseñado para transcribir y un pedal especializado para la transcripción. Estos pedales tienen la función de reproducir el sonido, echar el audio para atrás, ralentizarlo o acelerarlo sin necesidad de apartar las manos del teclado.

En tercer lugar, debe tener una buena velocidad de escritura. Aunque en la transcripción se prefiere la precisión a la velocidad.

En cuarto lugar, es muy importante tener un buen contexto. Dependiendo del cliente la transcripción será diferente. Por ello es necesario entender el contexto con el que estamos trabajando.

Por último, un buen transcriptor debe tener una gran concentración. Aunque sabemos que esto depende mucho del día. Con concentración podemos realizar transcripciones en menos tiempo del que normalmente tomaría.

Como conclusión, debemos comprender el trabajo tan difícil y largo que es la transcripción. Pero no por esto deberíamos acudir a programas de traducción automática. Debemos contratar siempre a transcriptores profesionales para conseguir el mejor resultado posible.



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