Traducciones automáticas: ¿realmente son buenas?

Para nadie es un secreto que una traducción errada puede cambiar completamente el significado de una frase. Y este es un problema que se presenta sobre todo cuando quien realiza la traducción no es una persona. De hecho, las probabilidades de malinterpretar una frase aumentan si se utilizan herramientas automáticas que evidentemente no son capaces de razonar como una persona. Por este motivo, conviene preguntarse si las traducciones automáticas son realmente tan buenas como parecen o no.  Y sobre todo, resulta importante saber cuál podría ser el impacto de las traducciones automáticas, por ejemplo, en el desarrollo de una empresa.

La importancia de una buena traducción

Es importante recordar que muchas veces el futuro de una empresa o de un proyecto depende de sus estrategias de comunicación. Además, la globalización de las ideas depende principalmente de una buena traducción. Por este motivo, incluso el futuro económico de muchas actividades está en las manos de la calidad de los traductores.

La razón principal por la que muchas empresas recurren a una herramienta de traducción automática es el ahorro de los costes. Por supuesto, pagar a un traductor profesional podría suponer un gasto para la empresa. Sin embargo, recurrir a la traducción automática no siempre es la mejor opción para ahorrar dinero.

Puede que no sea necesario pagar el sueldo de un profesional, pero las pérdidas que podría generar una mala traducción podrían ser catastróficas.  Por lo tanto, las traducciones automáticas no siempre representan un ahorro. Por el contrario, una mala traducción podría derrumbar la reputación y los ingresos de una empresa.

Desventajas de las traducciones automáticas

La desventaja principal de las traducciones automáticas es la falta de contexto. En general, los traductores automáticos logran traducir con éxito cada una de las palabras. El problema en realidad es otro: las traducciones automáticas muchas veces carecen de contexto. Por lo tanto, las traducciones automáticas podrían resultar extremadamente literales y no trasmitir la intención real del mensaje.

Por otra parte, las traducciones automáticas trabajan con algoritmos que generalmente escogen las palabras más comunes o sencillas. Esto no siempre es una buena elección: algunos contenidos necesitan un cierto nivel de vocabulario y de matices.  

¡Pero no todo es malo!

Por lo general, se habla de los peligros de usar un traductor automático. Sin embargo, no todo es tan malo como parece. Efectivamente, tenemos que aceptar el hecho de que corremos el riesgo de obtener una traducción errada, pero también podemos aprovechar sus beneficios.

Por ejemplo, utilizar un traductor automático nos puede ayudar a ahorrar mucho tiempo. Lo importante es que, una vez realizada la traducción, nos ocupemos de revisar atentamente el sentido de cada frase.

Además, puede que haya algunas palabras del texto que no conozcamos y, por supuesto, la base de datos de un traductor automático es más amplia. De esta manera, este tipo de herramientas puede ayudarnos a cubrir algunas lagunas conceptuales.

Como todo, las traducciones automáticas tienen ventajas y desventajas. Para sacarles el mayor provecho es necesario estar atentos a los detalles y usarlas como un apoyo, no como una solución absoluta.



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